Freddy, la película: Un homenaje cinematográfico a un orgullo dominicano

Giancarlo Beras-Goico, director de cine e hijo de Don Freddy Beras Goico, nos sumerge en los rincones de la intensa vida de su padre a través de la película ‘Freddy’. Más que un tributo al ícono del entretenimiento dominicano, este film desvela a un hombre multifacético: protagonista de la comedia, figura crucial en la historia dominicana y un ser altamente comprometido con la filantropía. Durante esta conversación, Giancarlo nos comparte los retos y momentos emocionantes del proceso de producción, resaltando la esencia altruista que define la narrativa de Don Freddy. Giancarlo y su equipo de Time Code Films, inmortalizan la vida de un ser humano excepcional cuyo legado, más allá de la risa, dejó una huella imborrable en la cultura y la memoria de la República Dominicana. 

¿Cómo surgió la idea de realizar una película sobre la vida de Don Freddy?

Fue en el 2012. Como hijo y cineasta, sentí la necesidad de rendirle un homenaje a mi padre abarcando su contribución a la televisión, su participación en la revolución de abril de 1965, su labor filantrópica y su impacto en la cultura dominicana. Sentí que era fundamental contar su historia de una manera que no solo celebrara sus logros públicos sino que también explorara los momentos más íntimos y menos conocidos de su vida.

¿En qué te basaste para elegir los personajes que encarnaron a tu padre?

La elección la tuve siempre clara. Para el papel de Freddy en su etapa adulta, elegimos al veterano actor Augusto Feria, no sólo por su parecido físico sino también por su experiencia en papeles desafiantes. Para representar al joven Freddy, seleccionamos al destacado actor de teatro y cine Luis José Germán, quien tiene la versatilidad y el carisma necesario para capturar la juventud y la energía de mi padre en las épocas que interpretaría. El resultado ha superado mis expectativas. Ver a estos talentosos actores dar vida a mi padre ha sido emocionante y conmovedor. Han logrado capturar no solo las apariencias físicas, sino también las complejidades emocionales del personaje.

¿Qué época de su vida fue la más emocionante para ti dentro del rodaje?

Cada etapa del rodaje de “Freddy” fue emocionante, pero si tuviera que destacar una en particular, sería la de la revolución de abril de 1965. La revolución fue un período crucial en la vida de mi padre, donde demostró su valentía y compromiso con los mejores intereses de la República Dominicana. Fue un desafío emocional pero también una oportunidad única para honrar su legado como un hombre que no solo fue un ícono de la televisión, sino también un participante activo en eventos históricos que moldearon el curso de nuestro país.

 Tu padre tocó la vida de muchas personas. ¿Cómo esperas que esta película contribuya a preservar su legado con las nuevas generaciones?

El objetivo principal de esta película es que los jóvenes que tal vez no experimentaron la influencia de mi padre, sientan una conexión emocional con su historia. Además de los logros públicos, la película aborda los momentos más personales y las luchas que enfrentó a lo largo de su vida. Quiero que Freddy no solo sea una película, sino también un documento histórico de nuestra cultura y una fuente de inspiración para las generaciones venideras. Que conozcan y aprecien la vida de un hombre que dedicó su vida a hacer reír y, sobre todo, a impactar positivamente en aquellos que lo rodeaban.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste al llevar la vida de tu padre a la pantalla grande?

Llevar la vida de mi padre a la pantalla grande estuvo lleno de momentos intensos y emocionales. Uno de los desafíos fundamentales fue asegurarme de que la película capturara la autenticidad y la esencia única de mi padre. Quería transmitir su personalidad, su humor y su compromiso social. La película también aborda momentos emocionalmente intensos, como la lucha de mi padre contra el cáncer. Mantener un equilibrio entre la emotividad y el respeto fue un desafío constante. Filmar escenas que recreaban eventos históricos, como la revolución de abril, requería un enfoque cuidadoso para garantizar la precisión histórica y, al mismo tiempo, transmitir la intensidad y la importancia de la época. 

La cultura dominicana tiene una rica historia en el ámbito del humor. ¿Cómo crees que tu padre influyó y contribuyó a este aspecto único de la cultura dominicana?

Mi padre dejó un legado significativo en la historia del humor en la República Dominicana. Su influencia y contribuciones se pueden destacar de muchas formas. Primero por la innovación en el humor televisivo como creador y conductor de programas como «El Gordo de la Semana”, “Punto Final” y «El Show del Mediodía”. En esos programas mi padre introdujo un estilo de humor fresco, repentista y novedoso. Sus programas se convirtieron en referentes y transformaron la manera en que se percibía y se practicaba el humor en el país. También en la variedad de personajes cómicos como “Melecio Morrobel” que se convirtió en ícono de la comedia dominicana. Estos personajes conectaron con la audiencia y se volvieron parte integral de la cultura popular. Estos al mismo tiempo sirvieron para abordar temas sociales y políticos de manera inteligente y entretenida. Utilizó la sátira y la comedia para comentar sobre la realidad dominicana, haciendo que la audiencia reflexionara mientras se reía.

Quiero que «Freddy» no solo sea una película, sino también un documento histórico de nuestra cultura y una fuente de inspiración para las generaciones venideras”. 

La película probablemente revele aspectos menos conocidos de la vida de tu padre. ¿Hay algún episodio o faceta que hayas descubierto durante la producción que te haya sorprendido?

El guión está basado en las vivencias con mi padre y momentos de su vida que él me contó, es un Freddy a través de mis ojos. Lo más lindo fue aprender más detalles durante la investigación a través de entrevistas realizadas a personas que vivieron diferentes etapas junto a mi padre como Nandy Rivas, quien me contó detalles sobre su tiempo en Brasil cuando eran estudiantes de TV gracias a una beca del profesor Juan Bosch. Augusto Guerrero me narró todos los detalles que no conocía sobre la época dorada de “El Gordo de la Semana” y “El Show del Mediodía”. Pero el episodio de su vida que más me sorprendió fue el de cómo incursionó en la TV en el año 1959 en el programa “La Hora del Moro”, narrado por Rafael Solano el cual logramos plasmar en una escena tal cual fue contada.

¿Cómo manejas la responsabilidad de presentar la vida de tu padre de una manera auténtica y lo más fidedigna posible?

Nos tomamos el tiempo necesario durante el desarrollo del guión porque de ahí se desprende todo. Tanto José Vásquez Green (guionista) y yo hicimos una investigación exhaustiva que incluyó entrevistas con personas cercanas a mi padre y revisión de archivos históricos. Trabajar estrechamente con mi madre fue esencial. Su colaboración abierta y honesta nos permitió compartir recuerdos, anécdotas y perspectivas que contribuyeron a la autenticidad del personaje. Mi objetivo es que la película sea un homenaje respetuoso y auténtico a la vida de mi padre, transmitiendo su legado de una manera que resuene con la audiencia y contribuya a la comprensión profunda de quién fue como persona y cómo impactó en la sociedad dominicana.

Tu padre fue un gran filántropo. Cómo integraste la narrativa filantrópica de él para mostrar una imagen completa y balanceada de la vida de tu padre?

La narrativa filantrópica de mi padre fue una parte fundamental de la historia que quería contar. Integrar esta faceta de su vida en la película fue esencial para mostrar una imagen completa de quién era como persona. En la película, dedicamos tiempo a resaltar las obras y proyectos filantrópicos específicos en los que mi padre estuvo involucrado. Esto incluyó su compromiso con la asistencia médica y su contribución a causas sociales que beneficiaron a la comunidad dominicana.

¿Cuáles son los valores que tu padre inculcó en ti en términos de responsabilidad social y compromiso con la comunidad que te gustaría transmitir a Alonso?

Mi padre, fue un hombre de profundos valores y principios, siempre abogó por la solidaridad y la importancia de ayudar a los demás. Me enseñó que como individuos, tenemos la responsabilidad de contribuir al bienestar del país y apoyar a aquellos que lo necesitan. Su vida estuvo marcada por un fuerte compromiso social. Ya sea a través de su participación en la revolución de abril de 1965 o su trabajo filantrópico, mi padre demostró la importancia de ser consciente de las necesidades sociales y contribuir al cambio positivo. Aprendí de él la ética laboral, el amor por mi país y me dijo una frase que aún implementó en todos los ámbitos de mi vida: “Hay una sola forma de hacer las cosas, bien hechas”. Esos son los valores que le transmito a Alonso, para que sea un hombre de bien cuando sea adulto.

Finalmente, ¿cómo describirías la contribución de tu padre al humor dominicano y qué mensaje esperas que la audiencia se lleve al ver la película?

Incalculable. Mi padre fue un pionero que transformó la escena del entretenimiento en la República Dominicana, dejando una huella duradera en el ámbito del humor y la televisión. Espero que el espectador se lleve una apreciación más profunda de la diversidad y complejidad de su vida. Además de su faceta humorística quiero transmitir su humanidad, compromiso social y su papel en la historia dominicana. Espero que la audiencia se conecte emocionalmente con su legado, se inspire en su compromiso y sienta el impacto positivo que tuvo en la cultura y la sociedad dominicana.

Teniendo en cuenta la importante comunidad dominicana de Nueva York hay planes de llevarla a los cines de Estados Unidos?

Totalmente, quiero que la comunidad dominicana en Estados Unidos pueda disfrutar de Freddylapelicula. En estos momentos estamos cerrando las negociaciones de distribución internacional y posiblemente a partir de febrero del próximo año estaremos presentándola.

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