Una de las cosas que más disfruto en la vida es viajar, la otra es comer. Así que puedes imaginarte lo feliz que me hizo la noticia de que habíamos conseguido reservación para ir a probar Alchemist, restaurante # 5 del mundo, # 1 de Dinamarca, y el que en ese entonces sería el próximo en presentarse en República Dominicana de la mano de Gastronomic. Más rápido que un rayo, planificamos viaje y parte del team (Victoria Naut, Carlos Rodríguez y yo) salió rumbo a Copenhague para disfrutar de un viaje flash de 72 horas (alguien tiene que sacrificarse, ¿no?). Tomando en cuenta el poco tiempo que
teníamos, intentamos que la agenda incluyera algunos imperdibles y comida… mucha comida. Con la excusa válida de que debíamos explorar lo que ofrecía la cocina nórdica, nos comimos la ciudad del Lykke (felicidad) a bocados. Aquí te comparto algunas de nuestras paradas más memorables.

Copenhague

UN CLÁSICO IMPERDIBLE Y UNA EXPERIENCIA QUE HAY QUE PROBAR

Copenhague

Luego de instalarnos en nuestro hotel y de caminar por los alrededores, la primera parada para comer llegó como una recomendación del encantador Mikkel Steen Andersen (parte del equipo de Alchemist y nuestro host en la visita). Fuimos a un restaurante cerca del hotel para entrar en modo local y disfrutar del famoso -y muy típico- smorrebrod (un open face sandwich con pescado, arenque marinado, alcaparras, cebollas, ensalada, encurtidos, entre otros sabrosos ingredientes). A nadie pareció importarle que este bocadillo se hiciera acompañar de Aquavit, una suerte de aguardiente bien fuerte con la que brindamos, a ritmo de un potente Skal (¡salud!), ¡a las 10 de la mañana! Ese mismo día, nos aseguramos de probar los muy populares hot dogs callejeros que disfrutan los locales después de una noche de rumba. Aunque ese no fue nuestro caso, los disfrutamos… y mucho.

Hot dogs callejeros

Hot dogs callejeros
Smorrebrod

Smorrebrod

UN LUGAR QUE NO SE QUEDA EN NINGUNA LISTA

Jardines Tivoli

El Tivoli, o Jardines Tivoli, es uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo y un lugar que no se queda en las listas de lugares por visitar en Copenhague. Abrió sus puertas en 1843 y cuenta con muchísimas atracciones: montañas rusas, carritos chocones, sillitas voladoras (donde nos montamos y sufrimos un contagioso y muy necesario ataque de risa grupal), entre otros. También tienen restaurantes donde puedes disfrutar de deliciosos manjares típicos y espacios para conciertos y actividades culturales.

UN CAPRICHO GASTRO

Copenhague

Una parada que nos encantó fue POPL Burger, un restaurante de hamburguesas de los creadores de NOMA, un ícono de la restauración de Dinamarca, considerado como el mejor restaurante del mundo en varias ocasiones. Ahí llegamos para descubrir de qué se trataba este spot que nació en pandemia y que le recomiendo probar a los foodies consumados. Para nuestra suerte, el día que fuimos estaba el mismísimo Rene Redzepi (el venerado chef fundador de NOMA y de POPL) en el restaurante. Probamos el vegetarian burger, el lions mane con trufas (era de hongos, aunque no lo descubrimos hasta el final) y el fish sandwich (mi favorito). Todo vino acompañado de las mejores papas fritas del mundo. Además, pedimos los típicos encurtidos y unos tomates para morirse. Los postres estaban buenísimos (las madeleines son divinas) y no se quedó su pickle martini.

A PIE, EN BARCO Y (CASI) EN BICICLETA

Nyhavn

Nyhavn

Durante tres días caminamos y caminamos. La ciudad se recorre fácil y nosotros lo hicimos a pie y en barco. Los locales van a todos lados en bicicleta (llegué a ver a una mujer en tacones en su bici, imagino que iba camino al trabajo). Nos encantó pasear por el encantador paseo marítimo Nyhavn, o puerto nuevo, uno de los lugares más populares de la ciudad, donde encuentras muchísimos bares y
restaurantes. Y como nos hospedamos en un hotel súper céntrico (y recomendado), el SKT.
Anne, pudimos acercarnos al Palacio de Amalienborg, residencia oficial de la familia real durante el invierno, y a la imponente Iglesia de Mármol, famosa por tener la cúpula más grande del norte de Europa. También nos dio tiempo de dar un paseo en barco y admirar la belleza de esta ciudad feliz desde otra óptica, pero nos quedó pendiente nuestra vuelta en bicicleta… ¡volveremos por eso!

Iglesia de Mármol

Iglesia de Mármol
Palacio de Amalienborg

Palacio de Amalienborg

LA SIRENITA

La Sirenita

La Sirenita es un ícono de Copenhague, una escultura en bronce y granito, inspirada en la historia del mismo nombre de Hans Christian Andersen. Fue un regalo de Carl Jacobsen a la ciudad y hoy es uno
de sus puntos más famosos. Aunque es un lugar que debes conocer, recomiendo que vayas preparado porque podrías encontrarte con largas filas de personas ansiosas por tomarse una foto con la célebre
sirenita. En nuestro caso, nos tomamos varias.

LA GRAN EXPERIENCIA

Copenhague

Y llegó el gran día. Emocionados salimos rumbo a Alchemist (restaurante 5 del mundo por The World’s 50 Best Restaurants y # 1 de Dinamarca por la White Guide) para una experiencia que ya nos habían advertido que no se parecía a nada que hubiéramos podido vivir entre las paredes de un restaurante. Y tenían razón. A nuestra llegada, nos recibió una española simpatiquísima que nos hizo sentir en casa al hablar nuestro idioma. Minutos después, empezaba la acción. El restaurante combina la gastronomía con elementos del arte, el diseño y la tecnología para ofrecer una experiencia inolvidable y transmitir importantes mensajes. Desde el primer performance, entendimos que esta sería una cena muy particular. La cena transcurre en distintos espacios. En el primero, nos recibió la encantadora Nina Hojgaard Jensen, sommelier # 2 del mundo y # 1 de Dinamarca, quien nos explicó un poco de la dinámica del lugar y se aseguró de que no nos faltaran las burbujas perfectas para acompañar los primeros platos. Luego pasamos al domo, donde nos deslumbraron con sus proyecciones y sus platos temáticos. Emocionados, disfrutamos de los icónicos Tongue Kiss, 1984 y Andy Warhol, entre
muchos otros (perdí la cuenta en la impresión # 25, como le llaman a los tiempos). Más tarde, nos llevaron a otro espacio para cócteles y postres, y culminamos en el que se convirtió en mi favorito: un lugar sorprendente, donde jugamos con pelotas como niños mientras celebrábamos la libertad a ritmo de “Freedom”, la canción insignia de George Michael. No se equivocaron los que dijeron que en Alchemist solo podíamos esperar lo inesperado. Fue algo así como una experiencia fuera de este mundo, al menos del mundo gastronómico tradicional.

FELICIDAD Y AMOR EN CADA ESQUINA

De Copenhague me gustó todo, pero lo que más disfruté fue la linda energía que sientes en el ambiente desde que aterrizas. La ciudad está llena de corazones y de mensajes hermosos. Dinamarca es uno de los países más felices del mundo y su gente se esmera por contagiarle esa felicidad al visitante.

Copenhague

IG: @evelynbetancourths