La ceramista y fundadora de Casa Alfarera trabaja actualmente con diferentes diseñadores dominicanos y extranjeros para producir piezas de alta calidad

Ysabela Molini estudió cerámica en la universidad. Es en Casa Alfarera, su taller de fabricación de cerámica artesanal en la Ciudad Colonial, donde deja fluir toda su creatividad para plasmar en barro las prácticas aprendidas. Allí nacen verdaderas obras de arte, algunas decorativas y muchas de ellas utilitarias. También allí juega desde los tornos con barros de diferentes plasticidades y límites refractarios locales que le permiten lograr la excelencia en cuanto a calidad, sin necesidad de grandes importaciones.

La joven de origen venezolano disfruta leer y estudiar, por lo que actualmente cursa un postgrado dual entre un museo y una escuela de historia. También es investigadora en dos áreas de un museo y es docente en el extranjero. Gran parte de su influencia surge en la cotidianidad del taller, en el contacto diario con la cerámica y la artesanía tradicional dominicana.

Sus descubrimientos

Ysabela ha encontrado recientemente un registro de producción cerámica industrial inglesa del siglo XX con datos químicos que, según nos cuenta, han influido enormemente en su manera de comprender procesos cerámicos a mayor escala. Asegura que este descubrimiento será de mucho provecho para el futuro de su taller. Emocionada con su hallazgo y con todos los proyectos en camino, Molini nos comparte en el marco de nuestra Edición 100 sus motivaciones y su compromiso con crear un producto nacional de excelencia mundial.

«(Mi meta profesional) es hacer cerámica de la mejor calidad posible con los recursos disponibles en el país. Asimismo, continuar apoyando la formación técnica, refinando las destrezas de nuestros artesanos y entrenando al relevo. Además, gran parte de mi tiempo está compuesto de responsabilidades académicas por estudio o docencia. Aprender y poder compartir esta información de manera efectiva es otra de mis metas», asegura.

A juicio de Ysabella Molini, son tres los pilares que hacen grande al país como plaza de emprendimiento. «Tenemos un gobierno estable, proactivo y digno, y eso es vital para el desarrollo de un país. Asimismo, veo iniciativas culturales y de educación. Y finalmente noto un movimiento, en especial de las nuevas generaciones, que siente orgullo por la producción y el talento nacional».

Lee la entrevista completa a Ysabella Molini en nuestra Edición 100. Haz click aquí.

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