Ingrid Haubrich

El arte plástico vive hoy uno de sus mejores momentos, y el talento femenino juega un papel clave en este escenario, redefiniendo su futuro con matices y trazos diferentes. Ingrid Haubrich forma parte de esta historia.

La artista argentina inauguró recientemente en Nueva York su exposición Night Tides NY y, del 5 al 10 de noviembre, presenta su muestra individual Territorios Compartidos, abierta al público en la Galería Altos de Chavón, en Casa de Campo, como parte de la semana de los Latin American Fashion Awards.

Conversamos con ella en exclusiva sobre esta nueva propuesta artística y sus próximos proyectos.

2025 promete ser un año memorable para tu carrera. ¿Cómo te sientes con el hecho de que tu arte, hoy más que nunca, está siendo aplaudido internacionalmente?

Me siento profundamente agradecida con todo lo que estoy viviendo. Nunca dejo de recordar que el arte, para mí, nació como una búsqueda de calma —una forma de comunicar— y que ahora ese gesto se abre al mundo. Ver que mis obras son acogidas más allá de mis propias fronteras hace que mi mensaje sea aún más potente y trascienda en otras culturas.

Últimamente siento responsabilidad en ese aplauso: las instituciones culturales, las grandes empresas o las convenciones a las que me invitan a participar hacen que cada vez trabajemos más duro en el mensaje que queremos llevar.

Todo esto me impulsa a seguir explorando, con humildad, y al mismo tiempo me invita a celebrar: celebrar que el lenguaje del arte es universal, que trasciende fronteras y que me permite dialogar, desde mi ubicación geográfica, con públicos diversos.

En definitiva, me siento viva, motivada, consciente del privilegio que esto representa y comprometida con corresponder a esa atención.

Luego de inaugurar Night Tides NY en Nueva York, llega Territorios Compartidos. Cuéntanos acerca del proceso de selección de obras que conforman esta muestra.

El proceso ha sido —como cada vez— un viaje interno que se traduce hacia fuera. Busco el sentido que me genera cada muestra en la que debo trabajar.

Para Night Tides NY, la exposición en Dell Anno en Manhattan, elegí articular tres series: Mareas, Night Falls y New York. Busqué que esas tres voces dialogaran entre sí: la fluidez del agua en Mareas, la luz de la noche en Night Falls y el entorno urbano y caótico de New York. El resultado es un paisaje: grandes planos de agua, atardeceres y noches que se transforman en movimientos inagotables generados por la ciudad y sus luces de neón que parecen nunca apagarse.

Ahora, para Territorios Compartidos, la selección parte de ese mismo impulso: elegir obras que laten en ese territorio común que propongo —lo compartido entre nosotros, lo que nos une más allá de la distancia—. Quise reunir piezas que permitan al visitante percibir esa respiración conjunta: aguas que nos acercan, memorias que nos hermanan.

Por esa razón encontré que mis series Mareas, Night Falls, Springbreak y Gardens by the Bay podían cohabitar en un relato curatorial coherente con el evento, uniendo arte, cultura y moda durante la semana de los Latin American Fashion Awards.

¿Qué quieres que se lleve consigo cada espectador que tenga el placer de disfrutar de Territorios Compartidos?

Quisiera que desconecten del mundo real. Que al recorrer la muestra se sumerjan en las Mareas, respirando su calma y sintiendo esos movimientos incesantes que nos ofrece el mar.

Que al observar la serie en blanco y negro, Night Falls, se trasladen a ese momento de la noche en el que no existe nada más que uno y su propia mente. Y que al ver las series en color, experimenten un gozo de alegría y positividad. Quiero que entiendan que el arte puede ser un puente silencioso entre personas, culturas y emociones. Territorios Compartidos no impone un mensaje: simplemente ofrece un espacio de contemplación, un lugar donde respirar, sentir y recordar que todos habitamos un mismo mar, un mismo planeta que compartimos.

¿Qué significa para ti presentar Territorios Compartidos ante el mundo en un escenario como los Latin American Fashion Awards?

Es una alegría y un honor enorme. Estoy muy agradecida a la Galería Altos de Chavón y a todo el equipo de Casa de Campo por elegirme para formar parte de una semana tan significativa, donde el talento de distintos países y nacionalidades se funde en un único espacio tan memorable como Altos de Chavón, durante los Latin American Fashion Awards.

Poder presentar aquí Territorios Compartidos tiene un sentido muy especial, porque la muestra propone precisamente eso: la convivencia de distintas miradas, de diferentes series que habitan una misma sala y dialogan entre sí. Al igual que esta semana, donde la moda y el arte reúnen a creadores de múltiples disciplinas en un mismo territorio.

Para mí, participar en este encuentro es reafirmar que la inspiración y los sueños no tienen fronteras. Es celebrar la fuerza creativa latina.

En varias ocasiones has evidenciado tu compromiso con el empoderamiento femenino. ¿Cómo te sientes con la destacada participación que está teniendo la mujer en el arte internacional

Es un momento muy inspirador. Las mujeres estamos comenzando a ocupar más espacios, pero aunque se han dado pasos importantes, todavía existe una desigualdad evidente en el mundo del arte.

A las mujeres nos ha costado —y aún nos cuesta— ocupar lugares de decisión, de visibilidad y de reconocimiento, sobre todo en mi sector. Es necesario que los altos cargos gubernamentales, las instituciones culturales y los galeristas apuesten con mayor convicción por el talento femenino.

Hoy las mujeres hemos demostrado que somos plenamente capaces de crear, dirigir, gestionar, criar y, al mismo tiempo, cumplir nuestros sueños y proyectos personales.

No se trata de pedir un lugar, sino de tener las mismas oportunidades.
Necesitamos selecciones donde el mérito y la visión sean los que definan el valor de una obra, no el género de quien la crea.

What’s Next para Ingrid Haubrich?

Después de un año tan intenso, con tantas exhibiciones y proyectos en distintos países —Dubái, Singapur, Bangkok, el Museo de la Casa de Iberoamérica, y cerrando octubre y noviembre en Nueva York, República Dominicana y España—, siento la necesidad de hacer una breve pausa para reconectar.

Quiero tomarme diciembre para estar más cerca de mi familia, visitar Japón con mis hijos, compartir momentos junto al mar y volver a nutrirme de todo aquello que me inspira.

Obviamente, seguiré trabajando en nuevas colaboraciones y explorando distintos materiales, acabados y soportes. Cada proyecto y cada desafío me aportan una nueva visión y me inspiran a crear cosas diferentes.

También quiero continuar llevando el mensaje que atraviesa mi serie Mareas, que busca generar conciencia sobre el cuidado del agua y del medioambiente, y fomentar la sensibilidad artística desde la infancia.

Me gustaría que la obra pueda llegar cada vez más lejos, especialmente a espacios culturales y educativos donde los niños y jóvenes puedan acercarse al arte y descubrir en él una forma de conexión con la naturaleza y consigo mismos.

IG: @ingrid_haubrich_ @ingridhaubrichartstudio g

MANTENTE AL TANTO DE TODO LO QUE ESTÁ HAPPENING EN RD EN TU BANDEJA DE CORREO SUSCRIBIÉNDOTE A NUESTRO NEWSLETTER AQUÍ. ¡SOLO BUEN CONTENIDO, CERO SPAM!