En la intersección entre la tradición culinaria dominicana y la innovación, la familia Liriano, bajo el liderazgo de Carlos Liriano (tercera generación), ha creado TableHood, un concepto de food hall que está redefiniendo la experiencia gastronómica en la República Dominicana. Este espacio no es simplemente una reunión de marcas gastronómicas bajo un mismo techo, es una celebración de la diversidad culinaria, una experiencia multisensorial que busca estimular todos los sentidos y fomentar la interacción social. Conversamos con Carlos sobre su visión, sus desafíos y su pasión por transformar la manera en que los dominicanos disfrutan la gastronomía.

UN SUEÑO QUE NACE PARA SATISFACER LOS CINCO SENTIDOS

La idea de TableHood nació del deseo de crear un espacio donde todos los gustos pudieran convivir, un lugar que combinara el deleite culinario con una atmósfera vibrante y acogedora. “Queríamos que los visitantes pudieran disfrutar de sensaciones que estimularan los cinco sentidos, fomentando la camaradería alrededor de una mesa compartida”, explica Carlos. Con un ambiente industrial y sofisticado, TableHood invita a cada comensal a ser testigo de la magia que ocurre en la cocina: la preparación de los alimentos desde cero, la dedicación en cada detalle y la armonía entre el diseño y la gastronomía.

INSPIRACIÓN INTERNACIONAL CON ALMA LOCAL

Carlos Liriano se inspiró en la tendencia de los food halls que ha ganado popularidad en ciudades como Nueva York y Londres. “Nos dimos cuenta de que en la República Dominicana había un nicho por explorar. No existía un espacio que reuniera distintas marcas culinarias en un entorno socialmente interactivo”, comenta. Con ese propósito, TableHood nació como una plataforma que agrupa distintas propuestas gastronómicas locales, desde la frescura saludable de GreenBowl hasta la artesanía culinaria de Ground Burger.

Uno de los mayores desafíos fue lograr que marcas como GreenBowl, Pronto Pasta, Crost Pizza y Ground Burger coexistieran de manera armónica. “Nos vimos en la necesidad de crear un concepto que las englobara a todas bajo una sola identidad”, comparte Carlos. Esta identidad es TableHood: un lugar donde cada marca tiene su espacio, pero que, al mismo tiempo, se siente parte de un todo.

EL LEGADO FAMILIAR Y LA PASIÓN POR LA CALIDAD

Para Carlos, el legado familiar es una guía y un motor. Con más de 40 años de historia en el sector gastronómico, la familia Liriano ha inculcado en él valores como la disciplina, la organización y, sobre todo, la fe. “Conocer de experiencias pasadas y aprender de ellas aporta madurez a cada decisión”, reflexiona. Este enfoque es evidente en cómo TableHood ha crecido sin perder su esencia artesanal, incluso con la expansión a 20 sucursales.

“Con un buen equipo y manteniendo siempre la calidad como norte, hemos logrado ese equilibrio entre lo artesanal y la expansión”, explica. Parte fundamental de ese proceso es la Academia Liriano, donde se forma constantemente al personal para garantizar que el servicio y los valores de la marca sean siempre los mejores.

LA EXPERIENCIA SOCIAL: LA CLAVE DEL ÉXITO

TableHood no se trata solo de comida, sino de la experiencia social que se crea alrededor de ella. Liriano subraya la importancia de los espacios para compartir: “Nuestros espacios fomentan la cercanía entre amigos, familiares e incluso desconocidos. El ser humano está hecho para sentir ese calor y proximidad”. Es esta sensación de comunidad lo que ha hecho de TableHood un lugar especial, donde cada visita se convierte en una oportunidad para reconectar.

INNOVACIÓN CONSTANTE Y MIRADA AL FUTURO

La innovación es un pilar esencial para TableHood, y cada nueva ubicación tiene algo único que ofrecer. En Bella Vista, por ejemplo, se ha desarrollado una terraza al aire libre para quienes disfrutan de ambientes románticos, mientras que en Arroyo Hondo se está apostando por una propuesta de cooking show que permite a los visitantes ver de primera mano el proceso de preparación. Para el futuro, Carlos Liriano tiene planes ambiciosos. “Veo TableHood expandiéndose a nivel internacional en los próximos cinco a diez años, llevando nuestros conceptos a nuevas ciudades y continuando con la innovación tanto en alimentos como en tecnología”, dice con determinación. “Lo mejor aún está por venir”. Carlos ha encontrado la manera de unir lo mejor de la gastronomía dominicana con un toque internacional y una experiencia social que transforma la forma en que disfrutamos la comida. Con TableHood, no solo se ha creado un lugar para comer, se ha construido un espacio para compartir, para vivir y para sentir. Y en ese viaje, todos somos bienvenidos a la mesa.

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