Peter Garrido es un reconocido (y muy querido) coach, consejero y diácono permanente, ordenado por su Eminencia Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez junto a otros 20 hombres en 2002. Desde entonces, ha oficiado más de 300 bodas y ayudado a los novios en el proceso previo a contraer matrimonio. También ayuda a las parejas casadas que tienen conflictos. Junto a su esposa, Susana, ha formado una hermosa y muy unida familia. Es el papá de John Paul, Peter Francis y Susan Marie, abuelo de seis y el hijo apegado de Mary de Garrido, quien dice es el pilar de su fe. Este hombre carismático y cercano, que se define como “un joven de 25 atrapado en el cuerpo de un hombre de 60”, acaba de estrenar el podcast SOMOS 2, un espacio que tiene el propósito de evangelizar como parte de su misión de impulsar a las parejas a buscar recursos que los ayuden a ser más felices.

Has casado a muchas parejas a lo largo de los años. ¿Hay algo que para ti sea importante que forme parte de la ceremonia?

He hecho más de 300 bodas y lo más importante ha sido crearle conciencia a los novios de que la boda es una experiencia del amor de Dios, que hay que dejar a Dios ser Dios y que deben estar abiertos a dejarse amar por Él en la ceremonia. Desde mi primera boda, me aseguré de que fuera una experiencia única para los novios. Me tomo el tiempo para conocer su historia, las particularidades de su relación, entre muchas otras cosas, para que la ceremonia sea única, de modo que la experiencia del sacramento quede grabada en sus corazones para siempre. El más importante de los mensajes es que Dios nos ha creado para ser felices y en el matrimonio se puede ser feliz, se debe ser feliz. Hay muchos recursos al alcance de los novios para lograrlo, pero deben hacer su mayor esfuerzo. No hay nada mágico ni automático, pero siempre pueden contar con el auxilio de Dios.

¿Qué has aprendido de las relaciones humanas y cuál es tu regla infalible para establecer relaciones sanas y sólidas?

Cada día que pasa confirmo que los seres humanos somos complicados, que cada
cabeza es un mundo y que somos producto del medio en el cual hemos crecido. Nuestro pasado influye en nosotros, por eso debemos revisarnos como personas y entender que aunque muchas de nuestras creencias son buenas, hay otras que nos limitan e impiden nuestro crecimiento personal y, por lo tanto, también limitan nuestra relación de pareja. Debemos amar desde el respeto a la pareja. Y cuando hablo de respeto, me refiero al sentido amplio de la palabra: se respeta a la persona, se respeta lo que piensa, se respeta lo que es, se respeta quién es. En resumen, un respeto integral e incluyente que abarca todo el ser.

Estás estrenando podcast, ¿cómo surge la idea de este proyecto?

El crédito es de mis hijos, quienes me animaron durante años a dedicarme a tiempo completo a acompañar, formar y ayudar a las parejas en el proceso previo a contraer matrimonio, que era algo que ocupaba y ocupa la mayor parte de mi tiempo. También ayudo a las parejas casadas que tienen conflictos. John Paul y Peter Francis me decían que había mucha gente que me admiraba y que quería hablar conmigo de sus situaciones, pero que no lo hacían porque no tenía una práctica formal. Recuerdo que cuestionaban para qué había hecho dos certificaciones de coaching y vivía leyendo y estudiando sobre comportamiento humano, educación de los hijos y relaciones de pareja. Eso hizo que diera el paso de dedicarme a tiempo completo al proyecto. Me ha tocado reinventarme en muchos aspectos, incorporar herramientas de análisis de personalidades, lectura de libros y acuerdos, pues todo esto es nuevo en el proceso de preparación para el matrimonio.

¿Cuál es su propósito?

En una palabra, evangelizar. Pero me explico, mi propósito de vida obedece al propósito de Dios desde hace mucho tiempo y durante 32 años he trabajado en favor de las relaciones de pareja y las familias. El propósito nunca ha cambiado, pero sí ha cambiado el lugar, la metodología, además del tiempo que le dedico a esa actividad. De esta manera, contribuyo con la construcción del Reino de Dios. Evangelizar quiere decir que yo siembro una semilla de manera diferente, con una cercanía especial con las personas, enseñándoles que tener una relación con Dios como Padre y con Jesús como Señor y Salvador es la mejor decisión para la vida personal, la relación de pareja y la crianza de los hijos. Nada da más alegría que tener esa buena relación con Dios y yo lo muestro desde mi rol de esposo, padre, abuelo, deportista. En resumen, desde todos los ámbitos de mi vida.

Cuéntame de las temáticas principales y de las dinámicas que buscas tener con otros profesionales.

Rosemary Cruz Mejía, quien es coach de vida, estará en algunos episodios como coanfitriona. Igual
que la psicóloga Regina Pérez de González. En muchos episodios tendremos como invitados a psicólogos, terapeutas familiares, psiquiatras, entre muchos otros especialistas que pueden aportar contenido, experiencias y consejos que animen a las parejas a buscar recursos que los ayuden a ser más felices.

La gente ha reaccionado súper bien al proyecto. ¿A qué crees que se deba esto?

Me relaciono con las personas desde mi realidad. Ante todo, soy el esposo de Susana, el padre de John Paul, Peter Francis y Susan Marie, y el abuelo de seis. Las personas conocen de mi relación con ellos y de la integridad, coherencia y testimonio de vida de cada uno. También muestro mis limitaciones, mis errores, pero nunca como excusa, sino con la humildad humana y el deseo de superarme. En pocas palabras, me relaciono con todos desde la sencillez.

¿Qué buscas lograr con el podcast?

SOMOS 2 es una manera de tocar más vidas con un contenido de alto valor para el crecimiento personal, de pareja y de la familia. Estamos brindando muy buen contenido y como complemento tendremos cursos, talleres, retiros y convivencias para personas que realmente quieran crecer y ser más felices.

Nuestro pasado influye en nosotros, por eso debemos revisarnos como personas y entender que aunque muchas de nuestras creencias son buenas, hay otras que nos limitan e impiden nuestro
crecimiento personal y nuestra relación de pareja”

¿Con qué tipo de público quisieras conectar?

Especialmente con aquellos que están comprometidos con su relación y la quieren llevar
al próximo nivel.

¿Crees que todas las relaciones tienen una base común que garantice su éxito?

No se me ocurre nada más importante que relacionarnos desde el amor, y estoy seguro que muchísimas personas están de acuerdo conmigo. Lo que me parece es que quizás no entendemos bien qué quiere decir relacionarnos desde el amor. El amor es una decisión que implica acciones y esfuerzos que siempre deben de estar presentes. Mi enfoque es la relación de pareja y esto deriva o incide de manera positiva en la familia.

¿Qué crees que necesitamos hoy en día para tener mejores y más sólidas relaciones?

•Aprovechar todo el conocimiento que tenemos sobre las realidades del ser humano. Ayudarnos con lecturas, con profesionales de la psicología, terapeutas.
• Cultivar la conciencia de quién soy. Conocernos lo mejor posible, de la mejor manera, con los recursos que sean necesarios. Es importante conocer nuestras virtudes y limitaciones.
• Estar dispuesto a enfrentar siempre el reto de ser una mejor persona.
• Entender que mi pareja no tiene que ser como yo espero, sino que él o ella es como es y debo amarla desde su realidad.
• Saber que habrá momentos difíciles y hasta sufrimientos, pero que con constancia y perseverancia, desde el amor podemos enfrentarlos y superarlos. Nunca debemos rendirnos ante las dificultades, más bien debemos luchar unidos.

Dices que eres un jovencito de 25 “atrapado” en un cuerpo de Explícanos.

Dentro de mí hay un niño ingenuo y soñador que solamente entiende que tiene 62 años cuando se ve en el espejo o después de cargar una caja pesada. Soy inquieto, positivo y optimista. Tengo un espíritu aventurero que me he visto forzado a limitar por circunstancias de la vida, pero no pierdo la esperanza de añadir algunas marcas de cotejo a las casillas sin marcar de mi bucket list. Creo en los cambios, en romper esquemas y en buscarle la vuelta a todo. Lo más importante es que siento que puedo empatizar con jóvenes con muy poco esfuerzo, y desde ese lugar puedo mostrarles el rostro de un Dios que nos ama incondicionalmente, que no nos castiga ni nos pone a prueba y que, de muchas maneras, nos habla hoy. El Dios que nos mostró Jesús.

Coordenadas:
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FB: @Peter Francis Garrido

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