Los hay nuevos, pero también muchos asiduos. Juntos se congregan en torno a un viejo ritual. El sonido del fuego, las hojas finas susurrando su propia combustión y, finalmente, la aparición del humo. En medio de este y sus espirales, aparecen cada vez más amantes de los puros en Santo Domingo. 

La ciudad asiste por estos días a una democratización de este gusto, más mujeres y más jóvenes se integran a esta pasión. Y esto ha supuesto la creación de más espacios afines, cigar clubs y cigar lounges. 

Así como un tabaco no se parece a otro, porque entre ellos hay desde pequeños a grandes matices de sabores, así también aparecen recintos con personalidades propias. Están diferenciados y orientados, más que a públicos específicos, al tipo de experiencia que el fumador quiere vivir en un momento dado. 

Desde una selección amplia de líneas de tabaco hasta los que privilegian las marcas emergentes. Desde aquellos con una suave música de fondo hasta los que ofrecen salsa en vivo. Desde los que acentúan la oferta de licores para maridar hasta los que ponen el acento en la comida. La tendencia está en los matices. 

¡Ah! Se nos olvidaba, otro rasgo común está en la creación de sus propias ligas y marcas de puros. 

Una experiencia personalizada 

Si ninguno de los tragos que está en la carta te apetece, pues, suceden dos cosas contigo: primero, definitivamente eres una persona muy exigente y, segundo, te van a preparar un trago en función de tus gustos. Al menos así funciona en El Patio.

Hace poco más de un año, este local surgió con la intención de ofrecer un espacio con una nutrida oferta para el fumador. 

Cuenta con una fresca terraza al aire libre, donde hay árboles frutales, y, por tanto, el humo se concentra menos.

 

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Pero todavía más importante es que tienen un humidor de cinco metros cuadrados, que alberga más de 100 variedades de puros. A esto hay que sumarle un menú muy creativo de cocteles y cafés con baristas de primera línea.

“Nuestro propósito es ofrecer una experiencia completa al fumador”, explica Fabían Guardia, gerente y mixólogo de El Patio, “empezamos por una coctelería de autor creada para maridar con el tabaco, que no te modifique la fumada, sino que gane. Si no te gusta lo que está disponible, te creamos una bebida en función de tus preferencias y del cigarro que vas a disfrutar”. 

Un tabaco bien acompañado

Los visitantes pueden disfrutar de catas de cigarros. En el pasado reciente se han realizado algunas de marcas como La Galera y Pérez Carrillo.

Como abren desde las 8 am, también es posible disfrutar de un buen puro con un café selecto de Jarabacoa. 

Si se apetece comer, la cocina de El Patio ofrece desayuno criollo, pancakes de blueberry y otras opciones más. Una vez que avanza el día, la oferta se decanta por comida al grill, la picaña dentro de ella. 

Cigarro Linga, el consentido de El Patio

El cigarro de la casa, por cierto, es el Linga, que este año participó en el Tobacco Plus Exposition en Las Vegas, Estados Unidos. 

“Nuestro personal está para orientar a nuestros clientes, incluso para aquellos que se están iniciando en el mundo de los humos. Los orientamos, tanto con lo que pueden fumar como con lo que pueden acompañarlo”, enfatiza Guardia. 

Un espacio más bohemio

Con menos de un año de funcionamiento, La Vitrola busca su puesto entre los lugares para disfrutar del tabaco en Santo Domingo como uno de corte relajado. 

Presentación musical en el cigar lounge La Vitrola

Está adornado con piezas antiguas, vintages o de colección; con espacio para pequeñas presentaciones de jazz, bossa nova y blues; y despejado para la circulación del aire. Su espíritu es más bien informal y cercano. 

Podría considerarse también una suerte de extensión de la personalidad de Robert Hernández, uno de los propietarios, coleccionista de motocicletas Vespa y autos antiguos, de trato cercano y un apasionado por el tabaco, lo es desde hace diez años.

“Queremos ofrecer un lugar ameno, puedes venir en ropa cómoda, disfrutar con tus amigos y hasta con tu perro. No es un espacio para nada rígido”, dice Hernández. 

Un local muy local

La oferta de puros se centra en marcas emergentes y criollas. “Nos gusta abrirle espacio a emprendedores dominicanos que están apostando por el tabaco”, dice el anfitrión. 

Por cierto, él y su socio sacaron su propia marca, Don Toriac. Un puro que considera suave, de buen tiro y buena combustión. 

Para maridar disponen de whisky, ron, vino, sangría y cerveza, así como de una selección pequeña de tapas pero bien recibida por los fumadores. 

La Vitrola, un espacio más bohemio para el tabaco

“Nos interesa tener un espacio para compartir tabacos, pero también música, arte y cultura”, concluye Hernández orgulloso del toque bohemio que ofrece a los amantes de los puros.