Con estos preceptos quedarás como el perfecto anfitrión con armas de sumiller

Un buen sumiller es un experto en vino que se encarga, en todos los aspectos, de todo lo relacionado con el vino en un restaurante. Desde el asesoramiento de los clientes para elegir los vinos que mejor maridan con su comida, hasta la compra y gestión de la bodega. Entre sus labores está elegir con cuidado el vino que mejor armonizará con la cena, aprender un poco sobre él para poder explicar a tus invitados por qué ese sí y no otro. Asimismo, escoger la copa perfecta, tener preparada la botella a su temperatura ideal de servicio, descorchar como un profesional o decantar si es necesario.

Podrían parecer tareas sencillas, pero en realidad como todo en la vida, tiene su truquito. Así que, si los vinos son parte de tus pasiones, lee con detenimiento los consejos que te dejamos para que en tu próximo get together en casa quedes ante todos como el auténtico sumiller.

La selección del vino

Es preferible no experimentar y apostar por valores seguros. Una denominación de origen tan confiable como Ribera del Duero, con vinos elaborados con uva tempranillo, una de las más preciadas de España sería una buena opción. También puedes optar por Brunello di Moltacino, con uvas 100% sangiovese. Intenta jugar un poco con las preferencias de tus invitados a la hora de tu elección.

El descorche, clave de un buen sumiller

Es norma de cortesía abrir el vino de los invitados. Además, seguro que a lo largo de la velada se consumirá más de una botella y, en función del menú y de lo que hayan traído, puedes decidir si comienzas por su vino o por el que tenías previsto. Considera que la botella siempre debe estar apoyada sobre la mesa en posición vertical (no entre las piernas ni abrazada): Corta la cápsula que envuelve el cuello de la botella y al corcho, introduce el sacacorchos en el centro y gira el sacacorchos sin que llegue al final y sin girar la botella. Tira hacía arriba y limpia la boca de la botella una vez abierta. La manera en que se sirve un vino influye mucho en la percepción de sus sabores y aromas; hazlo adecuadamente.

¿Qué copa usar?

De tallo alto, vidrio fino transparente y boca ancha sin discusión. Coger una copa por su tallo nos ayuda a la hora de moverla para que el vino libere sus aromas y, además, no lo calentamos con la mano. La transparencia nos dejará apreciar sus matices cromáticos o su cuerpo por la forma en que cae por la pared de la copa.

¿Cómo servir adecuadamente?

Para evitar derramar líquido al servirlo, toma la botella desde su parte inferior, coloca la boca de la botella en el centro de la copa, sin apoyarse en ella; sirve el vino y gira la botella para mantener todo el contenido en su interior.

-Vinos tintos deben llenarse hasta la mitad de cada copa. Si son un crianza o reserva, llena sólo un tercio de la copa, pues requieren oxigenación para disfrutar mejor su sabor.

-Los blancos permiten un llenado más amplio, pues son más ligeros. Puedes llenar hasta ¾ de la copa o menos, si prefieres que se conserve a su temperatura ideal.

-Mientras que los rosados igualan el servicio del vino tinto: hasta la mitad de la copa.

-Vinos espumosos se sirven en copas de cáliz o cuerpo alto y estrecho que deben llenarse hasta el borde, pero sin derramarse.

Algunos vinos mejoran cuando los decantamos

Son aquellos que más tiempo llevan encerrados en una botella. Salir les permite “espirar”, oxigenarse, y recuperar todos sus matices y propiedades

El discurso del sumiller

Atrévete a comentar a tus invitados porqué has elegido esos vinos para tu cena o encuentro y ahí ya si quedarás como el rey de la noche, el perfecto sumiller.

Tipos de botella de vino según su tamaño

Aunque el tamaño más habitual para las botellas de vino es el de 75 cl, hay tamaños más pequeños y más grandes. El tipo de forma intenta identificar en muchos casos el contenido que guardan, de forma que de un vistazo puedes hacerte a la idea de si se trata de un vino joven, ya sea tinto, blanco o rosado, crianza, reserva, espumoso. En ese sentido la bordolesa es la más común en estos tiempos. Por lo general, son cilíndricas, más o menos alargadas, con ángulos muy marcados en la zona conocida como hombro de la botella y con un cuello más corto que en otros tipos de botella de vino. Es originaria de la región de Burdeos, de donde proviene su nombre y la suelen utilizar para guardar vinos tintos.