Las principales plataformas de streaming están en plena batalla para producir contenidos inspiradores protagonizados por figuras de la política, el activismo o la realeza

Las plataformas de streaming, con Apple TV+ y Netflix a la cabeza, están en plena guerra para hacerse líderes de una nueva tendencia. Se trata de la nueva ola de contenidos inspiradores protagonizados por figuras de la política, el activismo o la realeza; un formato que raya con la filantropía. Principalmente través de la producción de proyectos que visibilizan temas como la igualdad de género, el cambio climático o la diversidad racial. Pero que, de paso, se han convertido en una fuente adicional de ingresos para estas personalidades y sus respectivas fundaciones.

Los protagonistas frente a la cámara de esa tendencia son nombres de influencia global. Entre ellas Oprah Winfrey o Leonardo DiCaprio. Pero también a personalidades como el príncipe Harry de Inglaterra y Meghan Markle o Barack y Michelle Obama. Y recientemente la premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai se sumó a la lista.

La carrera del streaming “inspiracional”

"American Factory" es uno de los "éxitos streaming" de los Obama
«American Factory» es uno de los «éxitos streaming» de los Obama

Netflix ha jugado muy bien su cartas con esta nueva tendencia. Desde 2019, ha hecho dos grandes acuerdos. Primero, llegaron los Obama, que han justificado su sueldo con producciones como los documentales «Becoming», un éxito basado en la biografía de la ex primera dama. Pero también «American Factory», que el año pasado ganó el Oscar en la categoría documental. Además, están a punto de estrenar la serie infantil «Waffles+Mochi». Y en septiembre, el príncipe Harry y Megan Markle anunciaron su acuerdo con la plataforma. Un contrato que, según la prensa americana, podría haber supuesto un ingreso de 150 millones de dólares para el matrimonio.

Pero Apple no se ha quedado atrás. La compañía liderada por Tim Cook ha conseguido atraer a la personalidad más de mediática de todas: Oprah Winfrey (y su impresionante imperio). A ella hay que sumar también contratos más convencionales (pero igual de lucrativos) con estrellas de Hollywood y directores como Steven Spielberg, Tom Hanks, Will Smith, Jennifer Aniston, Reese Witherspoon, Idris Elba, Martin Scorsese, Leonardo DiCaprio u Octavia Spencer.

Malala, la última ficha

 

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Pero la última novedad en el marco de esta tendencia es la “entrada al juego” de Malala Yousafzai. La premio Nobel de la Paz iniciará una carrera paralela como productora de contenidos. Principalmente sobre educación, empoderamiento femenino o derechos de la infancia. La activista anunció recientemente que su productora, Extracurricular, ha alcanzado un acuerdo con Apple TV+ para desarrollar diferentes proyectos para la plataforma.

Como es habitual en estos casos, los términos económicos del contrato se desconocen. Pero es fácil presuponer que serán muy suculentos. En primer lugar, Malala tiene un indudable tirón mediático. En 2016, sus memorias, ‘Yo soy Malala’, se convirtieron en un ‘best seller’, vendiendo más de dos millones de copias y reportándole unas ganancias millonarias. Desde entonces, Yousafzai ha escrito dos libros más y ha creado Assembly, una publicación digital dirigida a niñas y mujeres jóvenes de todo el mundo. Pero también ha creado la ONG Malala Fund, centrada en garantizar la seguridad, la educación y la libertad de las niñas menores de 12 años, en la que invierte una parte sustancial de sus ingresos.