La filosofía hygge (se pronuncia ju-ga) es el gran secreto de los nórdicos. Aunque no tiene una exacta traducción al castellano, para ellos refiere al bienestar. Se practica desde hace más de dos siglos en Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Especialmente relevante, pues son los cuatro países que encabezaron el informe sobre la Felicidad en el Mundo 2020 de Naciones Unidas.

Al Hygge lo puso de moda el danés Meik Wiking, autor del superventas titulado Hygge. La felicidad en las cosas pequeñas. Principalmente, comporta una serie de prácticas que debes seguir para transformar por completo tu entorno y la relación que mantienes con él. Muchas de ellas se practican en el hogar. Por lo tanto, es un interesante decálogo que puedes poner en práctica en cuarentena, si está en tu interés darle un toque diferente a tu estilo de vida.

Aquí te resumimos cinco de más importantes.

Consejos para transformar tu hogar, según el hygge

Empieza tu día con una ducha fría

La magia de bañarse en agua helada radica en la sensación que se siente en todo el cuerpo una vez que se sale. La circulación se activa y el cuerpo comienza a calentarse, produciendo una sensación de felicidad. En primer lugar, por la liberación de la hormona llamada serotonina, que equilibra el estado de ánimo junto con la dopamina, y que permite que el estrés desaparezca. La forma más fácil de imitar esto en casa es tomando una ducha fría durante un par de minutos.

El Hygge promueve los ambientes naturales

Se ha demostrado científicamente que pasar 15 minutos en naturaleza ayuda calmar las pulsaciones y el cuerpo comienza a sentirse descansado. Por ello, es primordial crear una atmósfera en casa inspirándonos en el bosque y la naturaleza. Uno de los aspectos a tener en cuenta es la decoración. Son preferibles materiales como la madera, las plantas, y texturas como la lana. Por otro lado, el olor es también una parte importante en el mundo hygge. Las velas aromáticas son imprescindibles a la hora de crear un ambiente acogedor.

Disfruta de cocinar y de la comida

Disfrutar de la comida y, sobre todo, de cocinar, es otra de las reglas básicas de la filosofía hygge. Un buen menú hygge podría estar formado por los famosos rollitos de canela, cremas y sopas calientes. Pero cualquiera de tus comidas es buena. Lo que debes es tomarte el tiempo para comer, desconectándote de las actividades. Sobre todo si teletrabajas.

Aparta un poco las redes y sustituye por una buena lectura

Leer es una actividad mucho más relajante que pasar tiempo en las redes sociales. Sirviéndonos del caso de Finlandia, este es un país de 5,5 millones de personas que anualmente piden prestados cerca de 68 millones de libros. No es de extrañar que, en 2016, la ONU nombrase a Finlandia la nación más alfabetizada del mundo.

Opta por las rutinas de cuidado personal

Es muy importante desconectar totalmente de las redes sociales, el ordenador y la televisión algún momento del día. Ese rato se puede dedicar a crear un pequeño ritual de cuidado personal. Por ejemplo, darse un baño relajante, decorar el ambiente con velas, preparar un tentempié ligero acompañado de una infusión o un té o hacer una sesión de meditación, mindfulness o yoga. Si necesitas guiarte, aquí te dejamos varios consejos.